Friday 7 April 2017

INTERCAMBIO JUVENIL EN POLONIA - Fue una experiencia preciosa, la ciudad era muy bonita y la gente hospitalaria!

La experiencia consistía en una semana de Erasmus+ en Wieliczka, Polonia, relacionada con el emprendimiento joven, así que todas las actividades iban enfocadas a darnos consejos y ánimos a ser emprendedores y cómo hacerlo de la mejor forma. Los países participantes éramos 5 (España, Polonia, Eslovaquia, Bulgaria e Italia), pero Italia decidió no venir en el último momento y fuimos 4 grupos, aunque no por ello fue peor la experiencia.


Hicimos varias excursiones: fuimos a Cracovia; visitamos el pueblo donde vivíamos; fuimos a las Minas de Sal. De hecho nosotras, como llegamos un día antes, tuvimos la oportunidad de ir a Cracovia por nuestra cuenta antes, así que la vimos dos veces. Allí pudimos contemplar la belleza de la ciudad y sus lugares más bonitos. El segundo día que fuimos, cuando ya habían llegado todos los equipos participantes en el proyecto, el grupo nacional (Polaco) nos hizo una pequeña guía por el río y por el centro histórico.





En cuanto a las actividades, como siempre que hay un intercambio del tipo que sea de personas, lo primero es conocerse, así que los 2-3 primeros días la mayoría de las actividades iban destinadas a ello y a la integración de todos. Aquí entran también las noches de cena internacionales, que consistían en que cada país preparaba algo típico y lo presentaba al resto para que nos conocieramos un poquito más y conocieran nuestro país y costumbres.

Nosotras hicimos una cena al más típico estilo español. Pusimos: tortillas de patatas, salchichón de málaga, aceite de oliva con pan, queso curado, chorizo, gazpacho y, de postre, arroz con leche..con la ayuda de alguna de las chicas búlgaras que estaban locas con todo lo que tenía que ver con España ¡¡No dejaron nada!! Para que conocieran nuestra ciudad, les pusimos el video de Somos Málaga, con el que quedaron todos alucinados y con ganas de venir a conocer este cachito de paraíso que es nuestra ciudad. Fuimos las primeras en hacer la cena internacional, pero dejamos el listón bien alto.

Después le llegó el turno a los polacos y a los eslovacos, que nos hicieron comidas de sus países, aunque era diferente, no estuvo mal. ¡Los pierogi polacos estaban para chuparse los dedos! Fue una experiencia genial porque todos participamos en hacerlos y fue muy divertido. Nos enseñaron música de su país y un baile muy divertido que bailan los jóvenes en Polonia, y nos enseñaron unos vídeos de sus ciudades y lugares cercanos a ellas.


El último país en presentar su día fue Bulgaria, nos enseñaron su preciosa capital (Sofía) su gastronomía y unos bailes típicos que estuvieron ensayando con empeño los días previos.

El último día fue la despedida donde revelamos cuál era nuestro amigo secreto al cual le habíamos dejado regalos durante la semana  y unificamos aún más los lazos que se habían empezado a forjar al comienzo del viaje.

Resumiendo, el viaje no solo ha sido una gran oportunidad para aprender todo lo que hemos aprendido sobre el emprendimiento, ha sido una gran oportunidad para conocer otras culturas y para hacer amistades que se harán duraderas en el tiempo.

Creemos que todo el mundo debería probar a hacer un intercambio de estudiantes porque no sólo vas a aprender sobre una temática en concreto, sino que como desarrollo personal es algo enorme. Todos los presentes allí, de tantos países distintos, costumbres diferentes y lenguas que no tenían nada que ver con la de los otros, fuimos capaces de estrechar lazos; fuimos capaces de comunicarnos unos con otros, la lengua no es nunca una barrera. el hecho de comunicarse está íntimamente relacionado con la actitud de cada uno, así que si dos personas quieren comunicarse, aunque no hablen el mismo idioma, lo harán. Además, tienes la gran oportunidad de conocer un sinfín de cosas nuevas: conocer otras culturas, otras costumbres, otros lugares inhóspitos que jamás hubieras pensado ver, distintas personalidades, maneras y maneras de relacionarse con los demás, darte cuenta de que se puede (y es más, se DEBE) relacionarse con los demás de maneras muy diversas y divertidas… No sólo conoces el país al que vas, sino que conoces algo de cada país de la gente que ha acudido al intercambio. Aprendimos también el significado de la empatía en nuestra piel, a leer los ojos de la gente, a formar un grupo y parte de algo conjunto, a saber desenvolverte en un país totalmente desconocido y extraño, a cómo acordar cosas, a saber dar tu opinión sin ofender a los demás. En fin, creemos que más que un valor académico, un intercambio de estudiantes te aporta muchísimo más en el ámbito personal, social y emocional de las personas! Ha sido una experiencia realmente gratificante!








No comments:

Post a Comment